¿Y cómo lo estoy trabajando?: Este es un trabajo que pide atención o presencia constante. Pero que estemos tan presentes, por lo menos para mí, es casi imposible. En este mismo momento intento darme cuenta qué es lo prioritario, y veo que es poder “seguir valiéndome por mi misma” para poder llegar de mi casa a la quinta, (son unos 300 mts. con subidas y bajadas); y para ir del dormitorio al baño o a la cocina donde tengo cuatro escalones. Claro hemos construido en la montaña hace unos 20 años donde las posibilidades de mi cuerpo eran bien diferentes.
A esta prioridad la visualizo dentro del rubro “SALUD”, que abarca varias otras y que iré nombrando a medida que cuento cómo las estoy trabajando.
(1)- “la de seguir valiéndome por mi misma”: noto la resistencia de mi cuerpo que no quiere hacer esfuerzos, y para eso con consciencia me he propuesto ir todos los días, que el clima lo permita, por lo menos una vez a ver cómo está todo en la quinta y dirigir el trabajo de mis ayudantes. Comprendo que esa resistencia pertenece al ego, pues me veo dando vueltas, me cuesta salir, el ego siempre tenderá a permanecer en la zona de confort. También veo que temo al dolor, y es el cuerpo el que también demora la salida;
(2)- “la de mantener una postura digna, con la espalda derecha”, y esto es también todo el tiempo mientras esté despierta: escribiendo, caminando, cocinando, o hablando al relacionarme con alguien. Entonces ahora mientras escribo esto y veo que mi postura se ha caído, vuelvo a acomodarla y así cada vez que me doy cuenta que me ganó el hábito, y los hábitos también pertenecen al ego. La conciencia priorizó esto, el ego se resiste, lo sacan de su zona de confort.
(3)- “Masticar a fondo la comida, dándome cuenta de sabores y texturas y de cuando ya en estado casi líquido, se va deslizando por la garganta”. Para esto basada en lo que dice el Ayurveda, me propuse masticar cada bocado entre 30 y 40 veces. Cada vez tengo que empezar contando y después ya estoy consciente de cómo pasa ese tipo de comida. Pero no bien me distraigo y pienso en cualquier otra cosa, pierdo esa presencia, y veo que sigo comiendo en automático.
(4)- “Mientras cocino, consciencia de qué necesita mi cuerpo, qué ingredientes tengo, y cómo lo voy a preparar, para que sea bien sabroso”. Esto también pide atención, no estar charlando con otra persona por ej. A mí me queda más fácil que a otros, supongo, pues yo vivo sola y mis ayudantes aparecen poco, así que no tengo quien me distraiga. Además me gusta mucho practicar la creatividad en la cocina y también decorar el plato cuando va a la mesa. Este es otro campo de práctica de la atención.
(5)- “Al hablar ser consciente de lo que estoy diciendo y de cómo lo digo, y de lo que va sintiendo la otra persona con lo que escucha o si solo me presta su cara pero no me atiende o entiende”. En general, cuando sé que veré a alguien, o que me llamará por TE., me encuentro pensando en qué es lo que le quiero decir. Cuando la mente se engancha en eso, muchas veces, a la noche, cuando ya estoy acostada para dormir, me cuesta mucho pararla. Allí recurro a tomar sensación de cada dedo de la mano, o de la mano completa para poder volver a dormirme. Esto también tiene que ver con la salud, pues si no descanso bien por la noche, todo mi metabolismo se altera.
12 diciembre, 2020 a las 1:47 am
Hooola Diana. Qué bien reencontrarme con vos ,a través de tus experiencias,tan detalladas…y cargadas de enseñanza.
Gracias !
Te dejo un abrazo
,
25 febrero, 2021 a las 1:52 pm
Gracias Sonia.