Para organizarse será necesario planificar antes. Supongo que como yo todos deben sentir que hemos venido a este mundo con una meta o “Misión” ancestral, específica y diferente para cada persona. Y que para realizarla, tenemos que sentirnos en libertad para ir eligiendo como planificar las variadas prioridades diarias. En mi caso, siento que traigo aptitudes para enseñar cosas aprendidas en vidas anteriores, más lo que voy aprendiendo en mi actual desenvolvimiento diario.
Me gusta hacer muchas cosas, pues el hacerlas llama la creatividad (que todos tenemos), y eso a mí me inspira, me divierte, y me entretiene, ya que tiempo no me falta… Veo que he dejado de correr de un lado para otro, como hacía antes, que acepto lo que venga, y comprendo que las cosas pueden esperar, algunas más que otras, y allí es donde aparecen las prioridades y la organización.
Mi cuerpo ya gastado, se cansa, pero el alma se regocija, ríe de alegría y pone luz allí donde todavía reina la sombra. Creo que en grandes rasgos, la Vida tiene el sentido de “APRENDER” y que quien quiere aprender, encontrará que todo el que se le acerca, es un maestro que viene con una enseñanza, y uno, es el que ha de extractar cual es la enseñanza que trae esta persona o situación, para mí…
Tenemos que darnos cuenta de la naturaleza efímera de todas las experiencias, y de que el mundo no nos dará nada de valor duradero, así podemos seguir conociendo gente, teniendo experiencias y actividades, pero sin los deseos y miedos del ego, sin exigir que cierta situación o persona, me haga feliz. Dejar que cada ser sea eso que puede ser, pues lo que totalmente aceptes hará que te sientas en paz. La aceptación, o es total, o no es nada.
La vida toda es una plegaria. Sin cesar enviamos nuestros mensajes al Universo, tenemos el poder de crear lo que deseemos. Somos co-creadores junto con la “Inteligencia Máxima”. Busquemos de mantener una consciencia ampliada, una presencia en cada acto y cada decisión que estemos tomando. Allí reside nuestra fuerza. La vida toda es una plegaria. Sin cesar enviamos nuestros mensajes al Universo, mensajes de sanación o enfermedad, de paz o guerra, y la “Inteligencia Máxima”, nos devolverá la misma vibración según lo que hemos enviado, lo que hemos orado.
Justamente estoy necesitando que un técnico en calderas venga a arreglar la mía, que desde hace más de una semana no funciona bien, y estamos en invierno, con grandes heladas. Pero no viene. Acá es donde acepto, pues mi creatividad me propone que llame al otro teléfono, que no pierda las esperanzas, que seguramente tienen mucho trabajo, que ya vendrán y me la dejarán arreglada. Es a esto a lo que yo llamo “Planificar con Inteligencia”.
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