Esto significa que concretamente tendría que saber, qué es lo que deseo. El para qué, y en especial el motivo de este deseo, son muy importantes. He de considerar que el vivir en estos tiempos, es algo que tengo, y que todos tendríamos que agradecer, y en ningún momento quejarnos… Estos son tiempos de continuos cambios para tener muchas  experiencias y un gran aprendizaje. Con solo dar un paso hacia adelante podemos convertir nuestra vida en una celebración constante.

Hemos de agradecer lo que tenemos pero también lo que nos falta, pues es la  Ayuda Divina, que nos llega para que al expandir la creatividad… nos desarrollemos, o sea que evolucionemos. ¿Y cuáles serían mis propósitos apuntando hacia una nueva vida? Hay muchas cosas del pasado, que tendría que dejar de repetir, desaprenderlas, pues ya no me sirven; pero también, como integrante del actual mundo, deberíamos proteger el medio ambiente, la sociedad y el país. La actual humanidad, todos, deberíamos  tener propósitos para que el mundo cambie.  

Lo primero: sería controlar la violencia en el mundo empezando con la  doméstica y social. Segundo: ayudar a los que están en necesidad y brindar consuelo a los que sufren. Tercero: responsabilizarnos por la salud y la vida de nuestra querida Madre Tierra. Cuarto: estar convencidos de que podemos elevarnos por encima de cualquier situación o circunstancia. Quinto: saber que nos corresponde proteger el medio ambiente, la sociedad y el país. ¿Cómo? hasta participando en política, encontrando una manera de revertir tanta corrupción.

Deberíamos tener la integridad interior que nos diga que cumpliremos los compromisos asumidos; (cuando uno asume responsabilidades, la naturaleza nos otorga el poder). Sexto: Si nos tomamos un tiempo para caminar todos los días, y nos nutrimos con la música del silencio, ya estamos  meditando… más un poco de yoga y movimientos para nuestras articulaciones, todo eso nos curará, rejuvenecerá y liberará del estrés. Séptimo: Por último, recordemos siempre que pertenecemos a la Divinidad y que Ella nos cuida.

Puedo decirlo pues lo estoy viviendo. Es cierto que por ser una persona mayor, que en general duplico la edad de las personas que me rodean, me ayudan o me visitan, inspiro respeto… pero veo que es mucho más que eso, me tratan como a la reina, el mejor lugar, la mejor comida dentro de lo que yo como, preguntándome a cada rato si así estoy bien, si necesito algo más, etc. etc.  Y el curso terminó y ya se fueron todos, pero la felicidad quedó en mí y eso es lo que más agradezco.