Las personas somos formas energéticas en diferentes niveles vibratorios. Continuamente gastamos energía en sentir, pensar y actuar; pero existen maneras de conectarnos directamente a la “Fuente energética”, (a la que llamaremos “La Fuente”) para poder tener así una auténtica visión de quienes realmente somos.

Yo me pregunto: ¿Cómo es esta vida?: la vida es tierna, bella, inteligente y amorosa, y así somos nosotros también. Hay innumerables maneras de utilizar la energía que nos dieron, y millones de personas han encontrado millones de maneras diferentes de crear cosas que nos facilitan la vida y la crianza de nuestros hijos.

Al nacer, ya venimos conectados con “La Fuente”, que es nuestra “Alma”, y que es quien nos conduce por este mundo desconocido, a través de intuiciones o sincronías. La costumbre y las rutinas nos incitan a repetir diariamente, muchas cosas. Lo realmente emocionante de la vida reside en la incógnita del día de mañana.

El “Amor”, el enamorarse siempre ha sido un desafío, una incógnita que solo cuando ocurre; se lo descubre, pero aún no se lo entiende. En mi caso, la  vez que me animé a salir de mi casa, y a viajar sola, puedo decir que dos jóvenes se descubrieron no bien se vieron… y ya quedaron unidos para el resto de sus vidas. ¡Fue maravilloso!     

El día de “HOY”, es tan único y maravilloso como el acto de enamorarse. La energía que fluye por nuestro interior siempre tiene la misma fuerza, pero lo que pasa es que nos falta enamorarnos, sentir pasión por la “Vida”, nuestra “Alma” quiere que así sea, y nos conduce para que sepamos que tendremos muchas cosas que vencer.

Lo que obstaculiza son: los hábitos y rutinas, las bajas expectativas, las falsas creencias, las heridas del pasado, etc. pero el Amor lo supera todo a través de vivir con alegría. En momentos de gran belleza, silencio y quietud, es el Alma que nos envía una señal, una pista, pues quiere conectarnos con la Fuente, con esa vida misteriosa.

Nuestra Sabiduría interna, quiere que descubramos lo importante: que dejemos de buscar la felicidad en las cosas, y busquemos la Esencia de la Felicidad. Una vez que ya recibí una señal, mi centro de energía responde igual que hace una plantita que crece “avanzando hacia la luz”. Nosotros buscamos la Esencia del Amor.

Para conectarnos con la Esencia del Amor, necesitamos desprendernos en especial de nuestra atesorada imagen, que nada tiene que ver con el Amor. Pero el ego patalea y se resiste. Y empiezo a dudar, construí esa imagen desde niña, pero si de verdad me interesa alcanzar la Plenitud, debo quedarme sólo con lo que sea real.