La clave para construir amistades fuertes, es no exigir nada de un amigo y decirle: “Yo estoy aquí para apoyarte”. Si yo estoy exigiendo o esperando amor, o atención de mi amigo lo estoy poniendo en una  posición muy incómoda. He de darle a entender que estoy a su lado porque lo respeto, le tengo cariño, de alguna manera lo admiro, y estoy dispuesto a colaborar con él para que ambos nos relacionemos con amor y sinceridad y porque mi deseo es que todos podamos ser exitosos en nuestra Misión, por la cual bajamos a este mundo…

Nadie quiere estar obligado, así que no hagamos que la gente se sienta con obligaciones hacia nosotros. Dile a tus amigos: “puedes contar conmigo, ya sea que estemos cerca o alejados, siempre buscaré la manera de ayudarte para lo que  puedas necesitar”. Además, no estés recordándole lo bueno que hiciste por él o ellos.   Supongamos que le has hecho mucho bien a alguien y luego, a veces, será bueno pedirle algo simple y fácil de hacer un poco de ayuda, para que pueda mantener también el respeto por sí mismo, que no se sienta pequeño.

Quizás sientas que todo esto es muy confuso. Porque por un lado, digo que no tenemos que estar esperando nada de ellos y, por otro, digo que hemos de  pedirles  algo para mantener intacto su respeto por sí mismo. Son dos posiciones opuestas. Que pueda mantener el auto-respeto es lo primero, y el no exigirle nada será lo segundo. Solo tengamos en mente estas dos cosas: “Firmeza”, (sin que intervenga el ego), con “humildad”. “Dignidad” con “cordialidad”, éste es el secreto de lo que buscamos, una verdadera amistad.

Siempre que una persona esté deprimida, busca la manera de levantarle el ánimo. Si tienes un problema y acudes con él a un verdadero amigo, y luego te sientes más liviano, esa es una buena compañía. Si en cambio, al dejarlo el problema parece mucho más grande de lo que jamás pensaste, entonces ese no es un buen amigo. Acá donde ahora estoy residiendo, que no es mi casa, siento que todos me atienden con mucha amabilidad, pero no siempre es así, y me doy cuenta que es una amabilidad de su oficio, eso no es la que uno espera de un amigo. También me parece que la amistad tiene dos caras.

¡Los secretarios, la policía, los jueces, los contadores y las personas en posiciones clave: como asistentes personales, personal de seguridad, etc. no deben ser amigables! Las principales desventajas de ser amigable son: 1-Te obligas. 2- Pierdes tu libertad. 3-No puedes tener una percepción libre y justa y ser imparcial. 4- Tu enfoque, compromiso, creatividad y sobre todo tu tiempo serán desperdiciados. 5- Adquirirás malos hábitos y estados de ánimo negativos fácilmente. Se necesita mucha sabiduría para no ser influenciado por las opiniones y sentimientos de tus amigos.

En muchas ocasiones, es mejor aprender a ser antipático que amistoso. Ser antipático no significa ser agresivo y hostil. Los que son distantes e indiferentes se centran más rápidamente que los que son demasiado amistosos. Un cierto grado de distanciamiento en cada relación puede fortalecer tu personalidad y te resultará más fácil meditar, hacer silencio, rezar, o lo que sea que hagas para conectarte con lo Infinito, con lo que en esencia somos, purísima energía vibratoria, co-creadores junto a Dios, o la Fuente, como sea que lo llames.