Todos quisiéramos tener armoniosas relaciones con nuestros seres queridos, pero no siempre eso es posible. A veces, hay algo que está entre ambas personas que hace que ese vínculo no fluya y sufrimos, deseando poder sanar eso. Entramos en “crisis”, (esta palabra significa que podemos y queremos hacer algo, y que tendremos que aguzar nuestra creatividad prestando atención justo a eso que nos molesta, a lo que no funciona); pues es eso, lo que tendremos que cambiar para que ambas personas, podamos estar nuevamente gustosas al estar juntas.

Podemos ayudarnos si confiamos que desde que nacimos hay una energía que nos está conduciendo. Yo, particularmente, eso es lo que siento y actualmente lo defino como que “La Conciencia Infinita”, de la cual formamos parte al ser todos seres vivos conscientes, al ser en esencia: “energía vital”, y es esa energía evolutiva, esa VIDA, la que nos viene dirigiendo, entonces será necesario que sintamos y pensemos en todos los detalles y de todas las formas posibles, de que nuestros deseos ya son realidad, que se  han cumplido.

Es mejor no juzgar el pasado, digamos: “ese fue nuestro pasado, este que soy ahora viene de allí”. Metidos en esta gran curva del aprendizaje, ahora sabemos más que en el pasado. Creo que esa es la raíz de gran parte de la lucha que tiene la gente. Porque así como el mundo está cambiando, hemos de cambiar la forma en que vivimos y vemos nuestras vidas. Es fundamental que encontremos la forma de ver más allá del dolor, del sufrimiento y la pena que el mundo nos muestra. “Dar gracias”, es reverenciar todo lo que tenemos.

Permítete ver la Belleza en todo cuánto existe, en todo lo que te rodea. Cuando decidimos que la Belleza tiene el poder de cambiarnos la vida, no es exagerado decir que la misma Belleza tiene el poder de cambiarnos el mundo. Así liberamos el potencial y el poder de los sanos deseos en nuestra vida. En realidad, estando presente, al mirar la belleza de una flor, se crea un sentimiento en mí que cambia mi química corporal. Miles de reacciones metabólicas ocurren en mi cuerpo y en mi cerebro en respuesta a la emoción que experimento.

Siento gratitud, aprecio, y estos sentimientos me dan acceso directo al poder de la Creación. Dar gracias es reverenciar todas las posibilidades y la ayuda para que se manifiesten nuestros deseos o peticiones. Ahora, por ejemplo, siento gratitud por cómo es mi vida, por la persona que soy. Veo el alivio y la liberación que se derivan del hecho de dar las gracias. Confío plenamente de que todos estamos siendo conducidos hacia la evolución, por eso puedo pedir sin ningún motivo oculto, y dejando que me rodee la respuesta, muy atenta espero.

Veo que la ciencia es buena y útil, pero no tiene todas las respuestas. Y creo que esa es la clave. Los nuevos descubrimientos nos muestran dónde era erróneo o desacertado el pensamiento científico del pasado; y esto es importante porque cada uno de nosotros resolveremos individualmente nuestros problemas personales, observando nuestra relación con el mundo a través de una creencia (o lente) definida en gran medida por la ciencia. Necesitaremos ampliar nuestra visión y comenzar a hacernos muchas preguntas.

En mi caso, me pregunto: – ¿de dónde viene la vida?, o ¿de dónde venimos nosotros?, ¿Qué relación tenemos con nuestro cuerpo? ¿Tenemos la posibilidad de comunicarnos con él para curarlo? ¿Por qué, a veces, me siento indefensa, separada de los demás y separada del mundo? El Conflicto y la rivalidad son las formas de resolver nuestros problemas. Cada mañana al levantarnos, al desayunarnos, las preguntas no paran y la mente entra en una vorágine de respuestas que nunca nos conforman, sentimos que este mundo es despiadado.

Lo que nos pasa es que resolvemos compitiendo y luchando, cuando lo natural, lo que podemos observar en la naturaleza, es que este es un mundo de colaboración, de ayuda mutua, de compartir capacidades. Entonces yo me pregunto: ¿Qué puedo compartir con este nuevo mundo que está emergiendo? ¿Cómo ayudar, o contribuir, o soltar, dar, ofrecer hoy, (nuevo modelo) en la comunidad, en la familia, en mí mismo? Muchas de nuestras respuestas estaban basadas en creencias que ahora sabemos que en gran parte eran incorrectas.