Me parece que mi Alma, en su estado incorpóreo, decidió venir a este mundo terrenal porque quería experimentar el “Amor”. Y no me refiero solo al enamoramiento de las parejas, me refiero a un “Amor Total”, completo, con toda la secuela de emociones que lo acompañan: la amistad, la compasión, la empatía, el servicio, el compartir lo que a uno le pasa, y el escuchar lo que el otro está viviendo, facilitando así que ocurra un aprendizaje mutuo. Este amor estaría dirigido hacia todo lo que vive acá en la tierra.
Lo bien que ayer me sentí cuando me encontré con un familiar muy querido, y nos pasamos un largo rato contándonos nuestras últimas vivencias, me hizo pensar que yo vine a este mundo para eso, para VIVIR y sentir esa felicidad que te desborda. Me di cuenta que a esto vinimos todos: “a vivir y ser felices”. La evolución en este planeta está basada en cadenas de vida, y eso tiene una gran ventaja. Espíritu y materia que son vistas como opuestos, son en verdad la misma energía, misma realidad, que se manifiestan con una diferente vibración.
Los grandes maestros nos han enseñado que el proceso de manifestación va de lo más sutil a lo más denso, de arriba hacia abajo, y esto me ayuda a comprenderlo. Del Alma Universal, va al Alma individual, desde donde nos llueven las cualidades de Compasión, Bienaventuranza, Sabiduría, Paz… sobre los cuerpos inferiores. El cuerpo Causal, es el depositario de nuestro Yo Superior o Alma, a la cual lo que le interesa «es crecer en conciencia, evolucionar». No se alimenta de las bajas frecuencias. Por eso en cada encarnación elije nuevas experiencias, nuevo cuerpo, y nuevos padres. Al ser sutil, el alma se nutre de todas nuestras experiencias sutiles: bondad, empatía, amor, amistad, compasión, sabiduría. “Para que esto se dé necesitamos confianza absoluta en la vida, compromiso con nosotros mismos y perseverancia”.
Nuestra capacidad de pensar define a nuestra especie. A la actual humanidad le tocó desarrollar la Mente pequeña, tecnológica o concreta, que ya lo hizo, y ahora, en nuestro proceso evolutivo como especie, estamos pasando a desarrollar la “Mente superior, abstracta, o vincular”. La teosofía nos dice que los humanos tenemos una constitución septenaria que acá simplemente voy a enumerar, porque me parece interesante, pero aún no lo comprendo así como quisiera: – (1) – Cuerpo físico denso lo forjamos con alimentos. – (2) – Cuerpo físico etérico, es un nivel superior del cuerpo físico, o Plano astral. – (3) – Cuerpo emocional lo forjamos con nuestras emociones. – (4) – Cuerpo mental lo forjamos con nuestros pensamientos y creencias. El ámbito mental tiene 7 niveles, los 4 primeros pertenecen a la mente inferior o concreta y los tres superiores a la mente superior o abstracta. – (5) – Cuerpo Causal, formado por la Mente Abstracta, y el Alma Individual. – (6) – El Espíritu, o Mónada, no es creado, es una emanación de lo “No-Manifiesto”. Es tan sutil, que no tiene instrumentos para experimentar la materia. El Alma Universal, es el gran árbol, sus hojas, son almas individuales que cambian de una encarnación a otra. – (7)- Atma o Espíritu Santo.
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