Planificar, ¿será útil o dañino para nuestro crecimiento?
Estoy mirando y analizando esta cuestión, y creo que puede ser ambas cosas, dependiendo de cómo lo vivamos. Lo vivido hoy, día jueves, día en que viajo desde Bariloche a El Bolsón, y todo lo que fue pasando y fui sintiendo, lo leí como una contestación directa a esta pregunta.
Ya ayer, al acomodar algunos pagos en una carpeta, me encontré que estaban sin pagar dos bimestres de temas de Bolsón. Porque no me gusta tener pendientes, prefiero pagar el año completo para luego sentirme libre de todo eso. Entonces decidí ocuparme hoy hasta dejarlo solucionado.
Tendré que levantarme temprano, – me dije – creo que entre 6,30 y 7 hs. estaría bien. En mi rutina diaria está el aseo matutino, la práctica respiratoria y meditativa, y el gimnasio (al que tengo que trasladarme y volver), antes de pensar en el desayuno y la salida hacia El Bolsón.
Estaba planificando, y para eso necesitaba tener una estadística precisa de los tiempos que cada actividad me demandaría. En la tarde del miércoles, ya había empezado a adelantar todo lo que era posible, para poder atender dentro de la mañana de hoy en total ocho cosas, alguna de las cuales pude solucionar por TE.
Me puse la consigna de no apurarme para no ponerme ansiosa, ocupando solo el tiempo que cada tarea demandara, «soltar», dejando para otro jueves lo que se trabara, y manejar relajada y cantando, a pesar de la continua llovizna.
Observándome vivir, cada tanto me recordaba la propuesta del cero estrés, (en lo posible, sin mirar el reloj). Me inventé un pequeño y hermoso canto que me acompañó todo el viaje, y se dieron una serie de sincronías que las sentí respuestas a mi pregunta central.
Empecé por el lugar más lejano, la Municipalidad de El Hoyo, dispuesta a dejar todo lo demás, si eso fuera lo único que alcanzaba a hacer… No había nadie esperando, la empleada me atendió enseguida, y al preguntarle yo: – ¿Uds. cierran a las 13 hs?, – me dijo: – “No, a las 12,30 hs, ya estaba haciendo la caja pues ya son…” – Salí feliz diciéndome: – “Quizás alcance a entrar a la Municipalidad de El Bolsón pues creo que allí cierran a la una”
Así fue, llegué a las 12, 45 minutos, me atendieron enseguida, y salí a las 13 hs, cuando ya cerraban… Sentía tanta amabilidad en la gente… Solo dejé para la próxima semana, la pasada por el Centro de Yoga, todo lo demás fue realizado, con el mínimo movimiento.
En el taller de vitrales, que encontré cerrado, llamé por TE. (al número que indicaba el cartel colocado en la puerta), esperé unos pocos minutos, llegó el señor con el que hablara y arreglamos horarios para el próximo jueves, pues hoy justo viajaba para regresar al miércoles siguiente. Si lo hubiera querido imaginar más sincrónico, no hubiera podido. Cuando uno mantiene su pregunta, la respuesta aparece.
Estaba muy feliz, sentía que así la vida contestó a mi pregunta: – “La planificación de actividades, es un buen hábito que te facilita el movimiento, siempre que la traba de algo no te frustre, y no te frustrarás si sueltas el resultado de tu planificación».
26 octubre, 2018 a las 2:56 pm
Siii…!! gracias .Jugoso reporter. Buen despertador para mi modorra…
28 octubre, 2018 a las 3:09 pm
Gracias Virginia, el que despierta primero, y ve el peligro, quiere despertar a los demás.