Tal como yo, te preguntarás: ¿Qué es la Eutonía? Ahora ya puedo contestarte que a la Eutonía le interesa el estudio de los procesos de la vida humana que alteran el tono muscular, no solo en los adultos sino también en niños pequeños, por un ritmo de vida que ha dejado de ser el natural. Esto afecta todo el desarrollo de la persona. De lo que cuenta Gerda, de sus vivencias entre las dos guerras mundiales, resumo lo siguiente: ella quería llegar a ser bailarina profesional. Pensaba que debería enseñarse a los interesados en el movimiento corporal, las leyes básicas del cuerpo, que les permitiera el desarrollo siguiendo su propio camino, en vez de imitar lo que hacen sus maestros.
A los 16 años, después de varios ataques de fiebre reumática, los médicos le prohibieron hasta el vestirse sola, y tuvo que aprender a economizar su energía, a usar el mínimo, y a descansar antes de estar fatigada. Así fue como pudo comprobar que cuando se tiene una clara idea de lo que se quiere hacer el organismo reacciona de forma refleja y utiliza la cantidad justa de energía, con el tono muscular necesario, siempre que los músculos sean flexibles, sin las tensiones habituales. “La relajación es perfecta para descansar”, y para moverse hay que encontrar el tono muscular justo adecuado para cada situación. Gerda, de niña se pasaba horas en el jardín zoológico, observando a los animales, nunca agotados, pues ellos se manejan con el tono justo.
Durante varios años en Alemania, Gerda, cada noche observaba espectáculos de danza y expresión corporal. Allí ella advirtió que si un cuerpo está libre de falsas tensiones y movimientos erróneos, ese cuerpo expresa lo que la persona es y siente en cada momento. Ya en el tono de la voz se refleja si uno es o no, sincero. Cuando empezó a dar clases de rítmica, comprobó qué pocas veces, se encuentran personas conscientes de lo que están haciendo. En general la posibilidad de expresarse, queda sepultada debajo de tensiones y movimientos estereotipados. Actualmente, en materia de movimientos, ella enseña a descubrir la verdadera expresión, sintiendo que el cuerpo es nuestro instrumento para eso.
De su madre, aprendió muchas cosas, pues su mamá era muy intuitiva. Así fue que su mamá descubrió la influencia corporal de la “intención”, pues sentía que mirando fotos de personas que hacían gimnasia, ella recibía en su cuerpo los beneficios de lo que estaba viendo. Hoy ya se sabe que la intención de realizar un movimiento produce una activación y un cambio del tono muscular, bastante cercano al que correspondería a la acción real. Cuando su mamá enfermó de cataratas en ambos ojos, se trató por “contacto”, poniendo sus manos sobre ellos, y así logró poco a poco mejorarlos hasta por fin, curarlos.
Gerda contaba: “Yo no pude aceptar que todos mis colegas judíos, con quienes yo enseñaba la técnica de Dalcroze, fueran destituidos cuando subió al poder Hitler, y por eso me exilé a Dinamarca y desde entonces ya nunca volví”. Allí trabajó para una nueva pedagogía, enseñando en seis jardines de infantes, con niños retardados, normales, y de deficiente motricidad, y a la vez, para no tener interferencias políticas, daba clases particulares a profesores de rítmica. En esa época de tanto trabajo pude observar que la conciencia corporal modificaba: la respiración, el movimiento, la circulación, el metabolismo, y también el comportamiento social y psicológico de las personas.
Lo que es el “Tono Muscular”, y las “Posiciones de Control”. La “eutonía” es una técnica en adaptación constante, basada en la búsqueda del equilibrio del tono muscular que se ajuste a la actividad y al estado de esa persona en ese momento. La gente de pueblo que sube y baja de las montañas con grandes cargas, tiene una natural sabiduría para ahorrar su energía. Cuando se sienten cansados, sueltan la carga, se recuestan en el suelo 15’, se relajan, y comiendo muy poco y liviano pueden seguir renovados y contentos.
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