Sabemos que no todo depende de nosotros, que el “campo mórfico” o “campo electromagnético” generado socialmente, influye en todos, y que hay otra trama energética, o Trama Divina de más consciencia, más sutil, a la que todos también contribuimos y por la que también somos influenciados, según cómo vaya siendo nuestro fluctuante estado de consciencia…
“Solo hay una fuerza en la Creación. El bien y el mal dependen exclusivamente de su aplicación. Dios mal aplicado, es el Diablo.” (dijo Gurdjieff, en el año 1914) Por eso es muy importante el conocimiento de uno mismo a través de una constante atención o mucho trabajo interior. Al conocerme más dispongo de mí, ¡Cuento con el apoyo del universo! Conozco la Libertad y voy respondiendo a lo que la vida me va presentando.
La vida nos sacude y en esos casos lo que cada ser humano va a expresar, es lo que tenga en su interior, según sea su estado de conciencia. Doy un ejemplo: Sí voy con una taza llena de agua y alguien me choca, ¿qué se derrama?, lo que tenga en la taza, si llevara té derramaría té. ¿Cuál es la diferencia entre consciencia y conciencia? “Consciencia” es la capacidad de conocerte a ti mismo y a la realidad que te rodea. “Conciencia” tiene que ver más con temas morales, del bien y del mal.
¿Qué son los “Estados de Consciencia”? Es esa visión, esa manera de ver la vida, propia de cada uno. Es algo que está en constante cambio por la vía de las experiencias. El quedarnos fijados a “nuestros sistemas de creencias”, dificulta nuestra evolución. ¡Pero qué difícil nos resulta soltarnos! Venimos de nuestra “consciencia egocéntrica”, identificados con nuestra parte más densa: (cuerpo físico, mental-emocional, mente concreta, ego). Todo nuestro sistema social parte de allí, es un sistema basado en la dualidad, los juicios de valor, en la competencia.
Vamos hacia la “Unidad”, hacia la “Consciencia Trans-personal” Necesitamos saltar la barrera del yo, pues se está transformando en un gran peligro para la supervivencia humana, y la del planeta e ir hacia el intercambio, el compartir, la colaboración, la cooperación. A nuestro yo pequeño le preocupa mucho el resultado de su accionar: -“Me presento al concurso porque quiero ganarme el premio”. Muy diferente sería accionar abierto a lo que resulte de ese accionar, centrado en ese presente: – “Siento deseos de pintar y dado que hay un concurso voy a presentarme y podré ver también que hacen otros para el tema establecido. Allí ya hay un estado de mayor consciencia.
Deja una respuesta