¡Qué tema es este! Yo creo que todos los humanos lo somos, y me parece que también los animales tienen algo de creativos, ¿o será que se construyen sus casas y sus refugios, sólo por instinto, y por repetición? Pero acá yo pretendo contar como y por qué me siento muy creativa en todas y cada una de las actividades que emprendo. Por ejemplo: ahora, mientras escribo, tuve que elegir el título, la palabra más conveniente para que exprese mejor lo que quiero trasmitir, y leer y volver a releer cada párrafo para ver cómo, este personaje que hay en mí, y a quien le divierte y le alegra escribir, quede satisfecho.
Y ahora me pregunto: ¿Es que tendré un solo personaje creativo, o serán varios? Creo que son varios, porque me gusta hacer muchas cosas, que queden bien hechas, prolijas, limpias, y que resulten útiles, que cumplan su cometido. Pareciera que todos esos personajes pertenecen al ego, pero intuyo o pretendo que esta parte mía, que necesitamos para desenvolvernos en la vida, esté controlada por algo superior, el Alma, que a su vez es quien nos trasmite la vos del Espíritu que nos baja las ayudas de la “Inteligencia Máxima”, que así está disponible para todos y por igual, tal como lo hace el sol con su luz y su calor…
En el Universo tenemos dos fuerzas que se contraponen, buscando equilibrarse, y que se representan muchas veces, a través del simbolismo de la cruz. La cruz lo que muestra es la intersección de dos planos donde lo Superior siempre quiere descender, para ayudar al hombre a despertar, y cuando está por bajar le sale al encuentro lo inferior para impedírselo. Por eso si queremos recibir la fuerza que viene de arriba, tenemos que ayudar, y eso sólo lo conseguiremos a través de un trabajo nuestro, de un “esfuerzo de separación interior”.
Este esfuerzo tiene que ver con una apertura interior, con hacer un cambio emocional, con el cambio del sentimiento de quien yo soy, y con el despertar de un nuevo sentido de valoración de sí, donde las cosas no se excluyen sino que se integran. Necesitamos poder ver muy bien todo lo que está ocurriendo, y para ello, hay que poder elevar un poco la posición, ya que desde arriba se ve mejor lo que ocurre abajo. Los esfuerzos conscientes son para separarse de esos contenidos y mantener una posición interior más cercana a lo que uno es, al verdadero sentir: simple, humilde y amoroso.
También nuestra emoción tiene sentimientos opuestos, contra-puestos. Podemos encontrar un sentimiento de superioridad, exaltación y auto-adoración, y otro de inferioridad, exclusión y rechazo. Normalmente nos identificamos con el de superioridad y proyectamos en el otro el de inferioridad, y por eso lo rechazamos, cuando en realidad nos estamos menospreciando a nosotros mismos. Me observo mientras cocinamos con mi ayudante, en mi casa, y veo cuantos movimientos internos y contrarios, suceden constantemente en mí. Eso de mirarse a sí misma divierte a mi alma, pues están actuando tanto el ego con sus críticas, como el Alma que es la que se admira y se divierte.
¡Qué tema es este! Yo creo que todos los humanos lo somos, y me parece que también los animales tienen algo de creativos, ¿o será que se construyen sus casas y sus refugios, sólo por instinto, y por repetición? Pero acá yo pretendo contar como y por qué me siento muy creativa en todas y cada una de las actividades que emprendo.Por ejemplo: ahora, mientras escribo, tuve que elegir el título, la palabra más conveniente para que exprese mejor lo que quiero trasmitir, y leer y volver a releer cada párrafo para ver cómo, este personaje que hay en mí, y a quien le divierte y le alegra escribir, quede satisfecho.
Y ahora me pregunto: ¿Es que tendré un solo personaje creativo, o serán varios? Creo que son varios, porque me gusta hacer muchas cosas, que queden bien hechas, prolijas, limpias, y que resulten útiles, que cumplan su cometido. Pareciera que todos esos personajes pertenecen al ego, pero intuyo o pretendo que esta parte mía, que necesitamos para desenvolvernos en la vida, esté controlada por algo superior, el Alma, que a su vez es quien nos trasmite la vos del Espíritu que nos baja las ayudas de la “Inteligencia Máxima”, que así está disponible para todos y por igual, tal como lo hace el sol con su luz y su calor…
En el Universo tenemos dos fuerzas que se contraponen, buscando equilibrarse, y que se representan muchas veces, a través del simbolismo de la cruz. La cruz lo que muestra es la intersección de dos planos donde lo Superior siempre quiere descender, para ayudar al hombre a despertar, y cuando está por bajar le sale al encuentro lo inferior para impedírselo. Por eso si queremos recibir la fuerza que viene de arriba, tenemos que ayudar, y eso sólo lo conseguiremos a través de un trabajo nuestro, de un “esfuerzo de separación interior”.
Este esfuerzo tiene que ver con una apertura interior, con hacer un cambio emocional, con el cambio del sentimiento de quien yo soy, y con el despertar de un nuevo sentido de valoración de sí, donde las cosas no se excluyen sino que se integran. Necesitamos poder ver muy bien todo lo que está ocurriendo, hay que poder elevar un poco la posición, ya que desde arriba se ve mejor lo que ocurre abajo. Los esfuerzos conscientes son para separarse de esos contenidos y mantener una posición interior más cercana a lo que uno es, al verdadero sentir: simple, humilde y amoroso.
También nuestra emoción tiene sentimientos opuestos, contra-puestos. Podemos encontrar un sentimiento de superioridad, exaltación y auto-adoración, y otro de inferioridad, exclusión y rechazo. Normalmente nos identificamos con el de superioridad y proyectamos en otro el de inferioridad, y por eso lo rechazamos, cuando en realidad nos estamos menospreciando a nosotros mismos. Me observo mientras cocinamos con mi ayudante de la casa, y veo cuantos movimientos internos y contrarios, suceden constantemente en mí. Eso de mirarse a sí misma divierte a mi alma, pues están actuando tanto el ego con sus críticas, como el Alma que es la que se admira y se divierte.
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