Hoy tuve la primera sesión de 50 minutos, con alguien a la que llamaré Luz, y todo lo viví con mucha sorpresa. Lo que puede hacer otro para nosotros, lo que yo creía que sería y no fue, lo que nunca pude lograr y esta vez el intentarlo valió, todo eso fue un gran aprendizaje para mí. Si entro en detalles comprenderán mejor.
Lo que más me sorprendió es que pudiera, por primera vez en mi vida, estar durante esos 50 minutos, acostada en mi cama boca abajo, y que otra persona con el tono de su voz, y su total paciencia, poniendo y sacando almohadas, pidiéndome que cambie el apoyo de la cabeza, o la posición de mis brazos, consiguiera que así, yo me pudiera relajar, por primera vez en mi vida…
Nada era lo que yo había imaginado que sería. Ni la edad, ni el aspecto de la masajista, ni lo que otra persona con el movimiento y presión de una pelotita, o sin ella, con sus manos y sus dedos, su poco hablar y sus silencios, pudiera ayudarme, más mis fructíferos intentos por querer sentir los efectos de eso nunca antes así experimentado.
Ahora estoy en la observación de cómo me voy sintiendo, en los días que irán pasando desde hoy al próximo martes en el mismo horario. Entonces ahora prepararé mi cena. Y ya hoy es jueves y acá estoy de nuevo conmigo misma y con Uds. queridos amigos. Según nos dicen estos días previos al eclipse solar del 30 de abril, o sea de pasado mañana, nos abre un espacio cuántico que nos guiará hasta fines de este año.
Habrá una unificación de nuestros 4 cuerpos terrenales en un único cuerpo, que es un “Cuerpo Divino”. Acá somos “únicos protagonistas” descubriendo cuáles son nuestros sueños, qué es eso que deseamos desarrollar en nosotros para así vivir nuestra verdad, para conocernos en profundidad, porque sólo puedo amar eso que me es bien conocido, para así poder ser ese que en verdad soy. El eclipse actúa sobre el timo corporal, y empezaremos a vivir desde la unificación, sin diferenciar entre cuerpo, mente, emoción, y sentimiento. Este será un proceso absolutamente personal donde poco a poco ampliaremos nuestra consciencia, descubriendo de qué nos hemos de apartar.
Este proceso nos pide clara escucha de nuestro “Maestro Interno”, “Alma” o “Cuerpo Divino”. Seamos amables, honestos y humildes con nosotros mismo, y con nuestro camino o Misión de Vida. “PARAR y RESPIRAR” para darnos ese espacio donde toda la confusión se nos aclara. Veamos y sintamos, como nuestra propia piel, ese deseo de vida, inmaculado y puro, para que sea nuestra guía o brújula. Lo básico será enraizarse, sentirse sostenido por lo Alto, y escuchar al cuerpo, sintiendo los cambios que pida en estos días.
Observo que ha cambiado mi sueño, me cuesta mucho dormir, y mi cuerpo quiere estar echado en la cama como cuando era bebé. Estoy bien confundida pues no sé si estos cambios son efectos del masaje, del eclipse, o de ambos a la vez.. Por lo pronto sé que lo que quiero es dedicarme a mejorar mi postura corporal con todos los ejercicios de yoga y posturales que me fueron enseñando, para salir de este círculo vicioso e que me encuentro metida: la mala postura me resulta cómoda, y los ejercicios me piden mucha constancia y disciplina, sobre todo conseguir que la mente ayude, recuerde. Se lo deberé pedir a mi Cuerpo Divino, escuchar al Alma, que sea mi guía. Quiero llegar al Eclipse con Gratitud y Gozo por cada respiración, por formar parte del Plan Divino y porque confío y sé, que estoy iniciando una nueva vida, la tan ansiada vida de mis sueños, donde me veo, moviéndome como alguien que se siente digno.
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