Vivir es lindo y poder encontrar el sentido de para qué bajamos acá, sería más lindo todavía. Hay individuos que se quejan todo el tiempo de todo lo que les toca vivir, deduzco que a ellos no les gusta esta vida. La vida es “una”, y la manera de vivirla es tan diferente como personas conforman esta humanidad. Pareciera que es necesario encontrar que la vida tiene un sentido, y sentir que uno está recorriendo el camino correcto, para así poder disfrutar de la vida.
Yo conozco y tengo relación con estos dos tipos de personas, y sé que cada uno puede y tiene el derecho de elegir con quienes, con cuántos y cuándo relacionarse. En mi caso, con quienes son familiares directos, elijo la relación, seguir manteniendo el contacto, pero a la vez, trato de regular la manera, sobre todo buscando que esos momentos resulten agradables para las dos o tres personas que seamos. Para eso he de estar muy presente, sintiendo y mirando tanto para adentro mío como lo que pasa afuera. Pero además también vivo el caso del familiar que elige la “no relación”.
Y allí es donde me aparece esta pregunta: ¿cuál es el sentido de esta vida? Yo creo que al venir a este mundo, ya traemos una tarea, una Misión, algo para hacer y mucho para aprender. Soy una persona creativa, y me mantengo creando cosas, con todo lo que caiga en mis manos, (mi marido también lo era, y mis hijos también lo son) y por eso es que pienso que el sentido de la vida de los seres humanos es crear esta realidad, pues la “Verdadera Realidad” la estamos creando entre todos, momento a momento, con lo que pensamos, sentimos y hacemos. Y como cada cosa está en relación a sí misma, en relación a lo demás, y en relación al Uno que lo crea todo, me parece que nuestro sentido es ser co-creadores junto a Dios.
Todos nos movemos hacia lo que queremos conseguir, ya sea con nuestro cuerpo, manos, pensamiento o siguiendo el sentimiento. Cuando podemos hacer que corazón y mente se complementen, nos sentimos ayudados desde lo “Alto”, y allí es cuando llegan las “sincronías”: lo que ocurre, coincide con lo que se buscaba. Pero si uno actúa identificado, desde el ego, se genera lo opuesto. Hay que estar presente, hacer un esfuerzo consciente. Para que todo se integre es importante que nos demos cuenta que las cosas se generan de a poco, que se empiezan a manifestar en embrión y desde allí es que se irán desarrollando.
Este mundo está manejado por leyes Universales, y estas leyes dicen, por ejemplo, que nada está quieto, que todo está en movimiento, que se da sobre un eje que va de atrás para adelante, del pasado al futuro. Lo que no evoluciona, involuciona, quien no trabaja sobre sí mismo no va hacia adelante, va hacia atrás, degradándose y corrompiéndose. Hay etapas donde en eso que buscamos, todo el proceso se mueve, fluye, y otras en que se complica, se estanca y hasta, tiende a retroceder. No entendemos qué es lo que puede estar pasando. Todo en el Universo está buscando permanentemente un equilibrio, entonces hay fuerzas opuestas, están unas a favor y otras en contra, que actúan también dentro de nosotros.
Conocer la dinámica de las Leyes Universales nos permitirá entender muchas cosas, en especial qué sentido tiene esta vida y por qué somos como somos. Todo el tiempo estamos trabajando, haciendo planes y lo que en general nos olvidamos, es de mirar hacia adentro, de establecer una rutina para disponer del tiempo necesario para nuestro trabajo interior, para que pueda ocurrir el desarrollo del Ser. Tenemos grandes objetivos, evolucionar, dejar de sufrir, despertar, sentir amor, pero muchas veces sentimos que no llegamos pues algo hace que nuestra meta quede lejos, y creo que nos está faltando voluntad y disciplina. Por otro lado, me consta que la aceptación de quien voy pudiendo ser es, a veces, la ayuda para poder trascender el deseo y allí alcanzar “ese estado de Ser” tan buscado y esperado.
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