Un taller de algo más de 1 hora para anunciar el que se daría en el fin de semana y al que yo no podría concurrir por otros compromisos, me hizo optar por ayudar a mis ojos a ver mejor, sin esforzarme. Tiene total relación, con todo lo que estoy haciendo para estar presente, relajada al máximo y sin la búsqueda de resultados pues eso ya nos crea tensión, y aparece el ego, (el hacedor) a tomar comando de la cosa.
Recalco los puntos básicos: Relajamiento, No esfuerzo, No buscando resultados, con Compromiso y Disfrute, jugando. Comprendí que en este complejo organismo que somos, debemos buscar el equilibrio como una cosa general, al beneficiar a los ojos, ya beneficiamos otros órganos, y viceversa. Todo lo que nos afecta emocional, física, espiritual o mentalmente, se manifestará también en los ojos. Los ojos son “esfínteres”, (como la boca, el ano, etc.) que se abren y se cierran para permitir o impedir, la entrada de la luz. Los tenemos que imaginar como ventanas, pues el que arma las imágenes y ve es el cerebro.
Nos paramos frente a una hoja para examen óptico colocada en la pared, para elegir el lugar desde donde veíamos cómodamente la cuarta línea y luego palmeamos los ojos, bañamos de negrura los globos oculares, que pudimos sentir deslizarse relajados hacia el fondo de la cabeza. Pestañeamos, hicimos varios ejercicios de relajamiento, y salimos afuera, enfocamos a la distancia, para que los ojos descansen y para que los rayos del sol ayudaran a nuestro disfrute y relajamiento. El trabajo grupal y escuchar el comentario de los compañeros del cambio de colorido de nuestra oscuridad, en el palmeado, antes y después de recibir los rayos solares, animaba la auto-observación.
Volvimos al salón enfrentamos las plantillas de la pared, y todos compartimos que veíamos mucho más nítido, con más contraste, más definido. Nos probamos los anteojos sin aumento, sin contraindicaciones, con un reticulado, llamados “Esteno”, que ayudan a que la vista no se rigidice, a su movimiento constante y natural.
Ahora al escribir todo esto, intento recordar de pestañear más seguido, prestar atención a mi columna, y he corregido la altura a la que me siento, la altura a la que tengo el teclado y el apoyo de mis brazos, Ahora cambio de actividad y en un rato continúo.
11 marzo, 2019 a las 1:28 am
Gracias por la minuciosa descripción tan sentida de la experiencia del taller. Se que tu visión va a mejorar porque lo comprendiste con la mente, el cuerpo y el alma. Un lujo conocerte!!!