Y también el desear mucho algo, e imaginarlo como ya hecho es crearlo. En esta etapa de mi vida veo el miedo al dolor muy instalado en mí. Y eso no me gusta nada, porque sé que es el ego el que teme, y lo que no me gusta es saber que el ego está apoderándose de mí.
Algo he de intentar hacer para cambiar esta situación, y lo que intento hacer es un pacto con el dolor, o sea con el ego. Hacernos amigos, conocernos más, y por conocer mejor cómo me duele y qué me dice y enseña este dolor, poder hacernos amigos, conocernos mejor y llegar a pactar algo.
Estoy descubriendo que esta etapa en la que vivo ahora, es diferente a todas las otras vividas anteriormente, y así como las nubes que recientemente observaba, una etapa se disuelve en la próxima, y es diferente pero siempre conserva algo de la anterior. También las nubes me dieron la impresión de ser seres vivos y fundirse unos en otros. ¿Será así, que nosotros nos fundimos con otras almas y nos transformamos en un nuevo ser?
Sí, estoy pensando que es así. Todo es energía en este universo, y por lo tanto, nosotros también. Y cuando un alma joven se une a un alma mayor, adquieren y se enriquecen mutuamente al fundirse una en la otra. El alma joven entrega su entusiasmo y dinamismo, el alma mayor su experiencia y aprendizajes. Ambas almas crecen mientras de continuo se van transformando.
Esa transformación constante de todo en el universo me interesa investigarla. ¿Ese sería el constante “Fluir de Todo” del que hablan todas las tradiciones?, ¿ese “Soltar”, ese “Entregarse” a lo que ocurra sin pretender modificar nada. Sí, pareciera que por allí iría un trabajo interior tan constante como cada uno pueda realizarlo. Una consciencia del momento presente permanente o casi permanente.
En relación a todo esto que llevo escribiendo quiero mirarlo muy bien para contarles queridos amigos, qué es lo que estoy viviendo actualmente. Y lo resumo así: Estoy muy feliz pues ya he comprobado que el dolor me está abandonando, que se retira poco a poco, como pidiendo permiso para hacerlo. Y yo le estoy a su vez muy agradecida por eso, y por todo lo positivo de la vida que tengo gracias a lo que con todo esto aprendo.
Comprendo que soy una privilegiada en este momento y que siempre lo fui, que ESTOY BENDECIDA, y que siempre, aún desde antes de nacer, así también fue. Que si bien he sufrido grandes pérdidas y dolores de todo tipo en mi vida y los sigo aún sufriendo, ahora estoy agradecida a mí misma y a todos los que me rodean y forman mi ambiente, (mis amigos), pues ya ahora yo puedo hacer otra lectura de cada situación, tengo otra mirada mucho más positiva, y por ello es que, entonces sí corresponde que diga que “me” y “les” estoy muy agradecida y siento un gran cariño por todos. Que les diga QUE ESTOY MUY FELIZ
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