¿Qué se considera un mal hábito? Todo lo que nos pueda estar dañando a nosotros mismos, a otra persona, o a la naturaleza. Nuestra manera de actuar en determinadas circunstancias, ya podría constituir un mal hábito. Yo no soy cariñosa con los animales, los tengo en mi casa, los alimento, pero los daño al no darles el cariño que ellos necesitan, tanto como yo. También, con la mala postura de mi columna vertebral, daño mi salud física, emocional y espiritual.
El mal hábito postural, que mantengo desde mi adolescencia, ahora siendo una persona de edad, recién puedo comprender que es la causa de mis grandes problemas digestivos, de mi mala irrigación cerebral, de mi carencia de memoria, y de mis constantes cansancios. Y el hecho de que todos los entendidos que consulto, médicos o alternativos, no estén encontrando una solución, es lo que tira mi salud emocional hacia abajo. La salud espiritual es afectada por todas estas otras faltas de salud.
Todas nuestras actitudes están condicionadas, en grado variable, por varios factores entre los que están la herencia, la educación y la auto-educación. La parte hereditaria es casi inamovible, allí están: el sistema nervioso, la estructura ósea, músculos, tejidos, glándulas, sentidos, y mucho más. Nuestras acciones y reacciones nos van formando en el transcurso de nuestro vivir y hace que nos justifiquemos mediante el tan conocido dicho: “Yo no puedo, yo soy así”.
La educación que recibimos depende del ambiente en que nacemos, determina nuestro lenguaje y crea un patrón de conceptos y reacciones que no son algo característico de la humanidad como especie, sino solo pertenece a ciertos grupos de individuos. Es lo que en general se define como: la clase alta, la clase media y la clase baja. También de la educación depende, en gran medida, la dirección que seguirá la auto-educación, a la que me gusta más llamar: “conocimiento de sí mismo” o “trabajo interior”.
La auto-educación es el elemento más activo en nuestro desarrollo como personas sociales. Veo que yo soy y seré una “eterna estudiosa”, y que eso me influye también en la selección del material que quiero aprender y en lo que rechazo por no ser de mi interés. Para mí la educación y la auto-educación fueron procesos intermitentes desde mi escuela primaria. ¿Qué es lo que en general buscamos los seres humanos? Ser individuos satisfechos, capaces, educados, felices y creativos.
También está la educación provista por la sociedad que obra en dos direcciones a la vez: Elimina toda tendencia disidente mediante penas como el retiro de su apoyo, y al mismo tiempo, inculca al individuo valores tales que lo obligan a desechar sus deseos espontáneos. Debido a eso la mayoría de los adultos, así condicionados, vivimos tras una máscara: la de la persona que pretendemos ser ante los ojos de los demás, y también ante nuestros propios ojos. Ese es el gran daño espiritual que recibimos.
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