Rendirse es la mejor manera de abrirse, y la manera de abrirse es decir: “No estoy pudiendo conectarme con la Fuente, con mi Alma, y pido que se presenten… ”El gran secreto es llegar a pensar: Quizás lo que pasa en el mundo exterior sea el fiel reflejo de lo que pasa en mi mundo interno”. Allí tímidamente empieza a aparecer la Sabiduría.
Ahora comprendo que lo que se nos atasca son las emociones negativas, ya sean de superioridad, o inferioridad, y que es mi responsabilidad el estar presente, atenta, para en el momento, poder desatar lo anudado pues sino cada vez se enredará más. De esa forma el Amor no podrá alcanzarnos, para hacer su trabajo de limpieza profunda.
Creo que lo que cósmicamente pasa, se refleja en todos los seres vivos, y recién ahora comienzo a pensar que la influencia ha de ser mutua, pues hasta el calentamiento global está siendo influenciado por nuestras actividades. ¿Cómo sino podríamos recibir ese Amor de tal magnitud, de tal profundidad, el Amor Universal o Cósmico?
Toda realidad tiene una Fuente, si me salgo de mí, me alejo de ella, y para que eso no pase, sé que tengo que empezar a desatar, con paciencia, todo lo que se me fue anudando energéticamente. Para desatar he de ser lo más consciente que pueda, en todo momento, sin dejar que se me pase nada de lo que pienso, siento, hago o deseo.
Nuestra vida es un espejo perfecto, si introduces en ti un mínimo cambio, eso se refleja en tu vida y empiezan a aparecer cosas inesperadas, posibilidades y elecciones inimaginables, y todo el secreto está en ser “más consciente”, en la “presencia total”, en el “aquí y ahora”; todos los maestros actuales o ancestrales nos dijeron esto mismo.
Al mantenerme atenta, puedo darme cuenta en el mismo momento en que me entra miedo, por ejemplo: de que me atropellen en la calle cuando todos corren tan apurados. Allí mismo he de actuar, y hay varias posibilidades: me hago a un lado entrando a algún negocio, y enseguida aparto esa energía enredada…la muevo, la saco…
Imaginemos ser un punto de luz en el interior de una madeja de hilos muy anudados, que son el resultado de “falta de amor” que llevamos por años. Sabemos que los enredos solo se desatarán si trabajamos lentamente y con paciencia. Y como es imposible saber de cual hilo tirar he de pedir al Amor Universal que me lo muestre.
Solo el “Amor” sabe cuál es el siguiente hilo del que habrá que tirar, y nos lo dirá por los reflejos en nuestra vida. Cuando volvamos a sentirnos enredados y miedosos, sabremos que es la voz del Amor que nos indica “de acá hay que tirar”, o “presta atención, esto es lo que debes mirar”. Todo el trabajo, permanece en el nivel energético.
De niños, sabíamos como descargar lo que energéticamente nos trababa, gritando, llorando o pateando, eso hacía que la energía fluyera. De grandes hemos de hacerlo escuchándonos con perseverancia, y podremos constatar que nuestra vida se enriquece, que si bien hay que trabajar internamente, sus frutos y las alegrías nos seguirán llegando.
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