Antes que nada veamos a qué llamamos obstáculos, para luego descubrir cómo los podemos atravesar.
Lo que algunos sentimos que son obstáculos porque nos traban el avance en el camino por el que queremos andar, para otros no lo son.
Necesitaremos saber también y antes que nada, a dónde queremos ir y si el camino elegido tiene la dirección correcta.
Y conocernos a nosotros mismos, (gustos… rechazos, fijaciones, etc.) Nuestra mente ha sido condicionada a que vivimos en un mundo don de todo es escaso, (padres y maestros enseñamos lo que creemos es verdad) y eso nos transforma a los seres humanos en “Rivales” que se disputan y compiten por todo.
Pero nunca es tarde para aprender, ni para empezar, ni para conectar con la propia grandeza, y para ello hemos de abrirnos a la confianza, a la alegría, y a la felicidad. Esta energía que nos activa, y el trabajar con pasión en un proyecto desafiante serán la madre de nuestra transformación; del poder reinventarnos a nosotros mismos.
También tendremos que saber que allí el cerebro absorbe el 25 % de la sangre que bombea el corazón pues nos está activando. La gran diferencia entre la curva de tensión del cerebro (la que nos activa) es que cuando responde al miedo, y el miedo nos traba totalmente, siento que vivo en un mundo escaso, eso nos paraliza, nos hace desconfiar y dudar por todo.
Trabajar con pasión en un proyecto desafiante es la madre de la transformación; de nuestra propia reinvención. Todos queremos estar mejor, ser más productivos, más creativos. Para ello necesitaremos ocuparnos.
Actualmente la comida no es solo una cuestión de supervivencia, sino que muchos ya comemos con conciencia porque queremos estar mejor.
En un mundo tan cambiante como el actual, algo que nos ayude a mantenernos equilibrados es crucial. Y ese algo puede ser, entre otras cosas, practicar algún deporte o ejercicios físicos. Salir del sedentarismo. Para tener una mente sana necesitamos tener un cuerpo sano, y eso nos pide dedicación y conocimiento. El sedentarismo de hoy en día es causa directa de enfermedad física y de un deterioro psicológico profundo.
El mundo emocional fue un mundo negado durante siglos. No se podía hablar de las emociones. La sociedad (que somos todos), nos ha condicionado a tener ideas fijas de cómo son las cosas. De que sólo es importante el desarrollo de la mente, y eso nos afecta no sólo mentalmente sino también en las relaciones con los otros.
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