Todos tenemos necesidades de todo tipo, ¡muchas…! Decido empezar con las físicas, aunque todas se entrelazan, pues son interdependientes. Tendría que empezar enumerándolas, para no olvidarme de ninguna, y recién después desmenuzarlas un poco. 1) – El cansancio físico general, que pide que me queda sentada o acostada. 2) – El impedimento del brazo izquierdo accidentado y operado. 3) – Lo que me ocasiona en ambas manos el temblor esencial, pero más en la derecha. 4) – Atender los cuatro pedidos de alimentos del cuerpo en los horarios que ya tiene establecidos. 5) – El querer partir de este mundo, más erguida, con la columna vertebral más derecha.
El primer punto debería ser solucionado antes que nada, pues tironea en contra de todo lo demás. Por ej. no debo estar quieta sentada más de una hora, para que circule mejor la sangre y trabaje mejor el corazón. La cabeza y las alarmas me avisan de los tiempos, pero el cuerpo cansado se resiste. Segundo punto: El médico y el kinesiólogo me dijeron: debe moverlo lo más posible, para que aprenda imitando al otro brazo. Acá veo dos impedimentos: el cuerpo cansado que no quiere, y además, acá, el moverlo duele, y entonces en mi rutina de yoga sentada, atiendo este brazo.
Tercer punto: Al “temblor esencial” lo descubrí a los 60 años. El médico me explicó que esta vibración natural, en algunas personas se agudiza y llega a ser invalidante, que no hay remedio para eso. Poco a poco descubrí, que el apuro el no estar en el presente, hacía que todo saliera mal, (así rompí platos, y volqué bebidas…) Me digo: “No te apures”, “Tranquila Diana”… Cuarto punto: Atender los cuatro pedidos de alimentos diarios. La rutina ya ha establecido los horarios demandantes: 9 Hs., 13 Hs., 17 Hs., y 21 Hs. y cumplirlos me ayuda a acostarme a las 10 Hs, y poder descansar.
Quinto punto: Enderezar mi columna. Esto es lo que más deseo, pues ahora a edad avanzada recién comprendo que una postura erguida se relaciona con quien estoy siendo, y con cual es mi función en este mundo. Estoy lo más atenta que puedo, pero el hacer lo que todo el tiempo hago, ya distrae mi atención, y el desgaste vertebral de la 3* y 4* lumbar hace que mi columna vuelva a caer. Todas estas propuestas, (no solo las físicas, sino también las emocionales, las mentales y las espirituales), tienen que ver con la salud general. Así que acá hablaré también de ellas.
Una emoción atrae un pensamiento, (o como pregunta o como afirmación), y la inversa también ocurre, o juzgamos o elogiamos lo sentido. Pero dado que la mayor parte del tiempo estamos en el pasado o en el futuro, no percibimos nuestras propias vivencias. Siento que esta vida es un regalo, mientras no nos perdamos en lo material y lo mental. Existe una providencia Divina que nos protege. No olvidemos que todo lo que sucede en este planeta tiene un propósito. Los incidentes nos sacuden, y nos despiertan haciéndonos comprender que nada aquí es permanente, que esto también pasará.
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