Quiero contárselo a todos para que así deseemos que eso ocurra, pues algo deseado por muchos, energéticamente se hace realidad. Lo pude comprobar con pequeñas cosas en las que fui enfocando mi mente junto con mi corazón, y antes o después, se me daban, me cría ser una persona de suerte. Y antes de empezar el  cuento, quiero aclarar que hice algunos agregados, para que sea más entendible.   

Soñé que estaba en la chacra en el Bolsón, un lugar paradisíaco, de mucho bosque, que llega hasta las márgenes del río Azul, conversando con una amiga que me había ido a visitar. En eso, llegó una camioneta con un grupo de unas diez personas,  mujeres, hombres, y algunos niños. La mujer que manejaba, me dice: “le venimos a pedir alojamiento, por una o dos noches, estamos muy asustados, el pueblo es un caos.

Nos explica que en el pueblo hay mucha gente alborotada, que protestan por todo, tiran piedras y rompen vidrieras; y nosotros decidimos venir a este lugar, pues aquí hay una energía tranquilizante, que no se siente en otros bosques, ¿cómo la han conseguido ustedes? Le contesto: acá hacemos retiros espirituales, estando varios días en silencio, meditando en el bosque, y contribuyendo en el lugar con esa energía sanadora.

Con mi amiga nos miramos, y de común acuerdo, sin palabras, resolvimos ayudarlos y les dije: la casa grande es para retiros, pero en la casita donde vivo hay tres camas disponibles, y abajo en la casita del río, se podrán arreglan cinco o seis de Uds. Nosotros somos vegetarianos y hay una quinta, pueden surtirse de lo que hay, y comerán todos abajo, siempre que respeten las normas para prevenir los incendios.

Al otro día charlando con ellos les decía: Ensoñar es buscar un lugar apartado, para poder escuchar o atrapar los propios sueños, los sueños más profundos, es como preguntar a cada una de las células qué es lo que necesitan para ser felices, para poder desarrollarse. A esto, muchos lo llaman “meditar”, “silenciarse”, o “hacer un paro”, para poder ver con toda claridad lo que nuestro Ser Profundo anhela.

Debemos ensoñar con toda claridad, esa vida que nuestra alma ya conoce, sintiendo cuál es el sabor que están teniendo nuestros días, averiguando qué acciones nos hacen sentir plenos y vivos, descubriendo el entorno en el que nos vemos moviéndonos y cuáles son las personas que nos rodean… con todo detalle. Y con esa precisión y detalle, escribiremos en un papel, lo que nuestra alma desea.

Así elegí formarme como arquitecta, de entre otras ocupaciones posibles. Así encontré a mi esposo entre tantos otros jóvenes apuestos; porque tenía un mapa que me había dado mi corazón, con el rumbo hacia mi felicidad. Y pudimos viajar conociendo otros lugares, y hallamos los hermosos paisajes que saciaban nuestra alma, donde vivir, desarrollar nuestras vidas, y criar a nuestros hijos.

Así fui separando el grano de la paja… porque tenía un papel interno donde estaba escrito exactamente cómo era mi vida soñada. Y todas las decisiones y propuestas que no me conducían hacia lo que estaba escrito en ese papel, no las aceptaba, y seguía buscando confiada en que todo lo que decidía conscientemente, ya era parte de la Conciencia Infinita o Alma Universal, y eso era justo lo mejor, era lo más acertado.